Pollo en Pepitoria

En la entrada de hoy os vamos a enseñar cómo se prepara uno de los platos con más tradición de la cocina española. Se trata del Pollo en pepitoria, una rica receta de pollo clásica no demasiado conocida por las nuevas generaciones. 

Es muy fácil de hacer (no hace falta ser  Karlos Arguiñano), tiene un sabor único y utiliza ingredientes saludables que podemos encontrar sin problemas. ¿Te animas? ¡Ponte el delantal!

Ingredientes

• Un pollo troceado de un kilo y medio aproximadamente.
• Una cebolla.
• Dos huevos.
• Un pedazo de pan.
• Dos dientes de ajo.
• Un vaso de vino blanco.
• Un vaso de caldo de pollo.
• Una docena de almendras.
• 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
• Unas hebras de azafrán.
• Sal y pimienta.

Cómo hacer Pollo en Pepitoria Receta Casera

1. Necesitamos trocear el pollo. Podemos hacerlo en casa si tenemos un cuchillo adecuado, aunque lo más fácil es pedirle al carnicero que lo haga. También hay que eliminar cualquier resto de grasa y quitar la piel, excepto en las alas. Salpimentamos al gusto.
2. Cogemos una sartén, añadimos aceite de oliva en abundancia y la ponemos en el fuego. Cuando esté bien caliente añadimos los trozos de pollo con cuidado y cocinamos hasta que estén dorados por abajo. Le damos la vuelta y los freímos por las dos partes. Por último, escurrimos el aceite y reservamos en un plato.
3. Mientras el pollo se va haciendo aprovechamos para pelar la cebolla y los ajos y picarlos finamente. También podemos dejar los ajos enteros con su piel y darles un golpe con la palma de la mano o el mango de un cuchillo para aplastarlos, como prefieras. 
4. Eliminamos la mayor parte del aceite de la sartén donde hemos hecho el pollo y dejamos una cantidad similar a tres cucharadas. Volvemos a encender el fuego y añadimos los ajos y la cebolla. Sofreímos durante 15 minutos para que estén bien blanditos, pero sin que lleguen a cambiar de color. Es recomendable remover de vez en cuando y rascar el fondo con una cuchara de madera, para que así se desprendan todos los restos de pollo, que le darán un sabor exquisito al guiso. 
5. Vamos a pasar al majado. En una sartén sin aceite tostamos las almendras a temperatura baja para que no se quemen. Hay que hacer lo mismo con las hebras de azafrán.
6. Echamos agua en un cazo junto a los dos huevos y cocemos durante unos 12 minutos para que pongan duros. Reservamos las yemas. 
7. Y ahora queda tostar el pan, también en una sartén sin nada de aceite. Remueve con frecuencia para que no se pegue, ya que le daría un sabor amargo a la receta. 
8. En un mortero o vaso de la batidora echamos las almendras, las hebras de azafrán tostadas, las yemas cocidas y el pan. Machacamos hasta que quede una pasta lisa y uniforme. 
9. El ajo y la cebolla ya están listos, agregamos el pollo que teníamos reservado y el majado que acabamos de hacer. Añadimos también el vaso de vino y cocinamos un minuto a fuego vivo para que se evapore el alcohol. A continuación, vertimos el caldo de pollo, reducimos la potencia y lo tapamos.
10. El tiempo de cocción depende del tamaño y tipo de pollo, pero por norma general serán suficiente de 30 a 45 minutos. Por ejemplo, los pollos de corral están más sabrosos pero también tienen la carne más dura, así que lo mejor es ir probando de vez en cuando la carne y dejarla en el fuego hasta que esté tierna. 
11. Ya hemos acabado nuestro espectacular Pollo en pepitoria, que puedes acompañar de unas patatas fritas o una ensalada si prefieres que tu comida sea más saludable. ¡Buen provecho!

El pollo es una de las carnes más sanas y versátiles que podemos encontrar, ya que no tiene apenas grasa y su sabor encaja a la perfección con multitud de ingredientes. Se prepara al chilindrón, al ajillo, asado, al curry y por supuesto a la pepitoria, para que así nunca te aburras de seguir una dieta equilibrada. 

Una de las ventajas de este plato es que está más bueno de un día para otro, ya que la salsa se asienta y los sabores se intensifican, así que puedes prepararlo con antelación sin problemas. El majado a partir de yema de huevo, pan y almendras admite otros ingredientes, como por ejemplo perejil o unos higaditos de pollo, que añaden matices muy interesantes a la receta.

El origen del Pollo en pepitoria no está demasiado claro, aunque todos los indicios apuntan a Francia. De hecho, en este país podemos encontrar la palabra “petite oie” que vendría a significar “ganso pequeño” y sería el precursor del vocablo pepitoria. Sin embargo, algunos expertos creen que proviene de la cultura hispanoárabe, ya que hay constancia de recetas parecidas en manuscritos del siglo XIII. En aquellos tiempos el guiso se preparaba con una gallina vieja, que poco a poco se sustituyó por el pollo debido a que necesitaba menos cocción y su carne era más jugosa.