Sopa de Tomate Caliente

En la entrada de hoy os vamos a enseñar cómo se prepara una deliciosa Sopa de tomate o jitomate que es muy saludable y por tanto perfecta para dietas sanas y equilibradas. 

Además, es una de las recetas más sencillas que te vas a encontrar, ideal para aquellos que están dando sus primeros pasos en la cocina. 

¿Te animas? Su textura es deliciosa y su sabor intenso no te defraudará. ¡Ponte el delantal!

Ingredientes

• Un kilo de tomates maduros.
• Una cebolla mediana.
• Dos dientes de ajo.
• Un pimiento (pimientón o pimentón) rojo.
• Una zanahoria.
• Un litro de agua.
• Una cucharada pequeña de azúcar.
• Aceite de oliva.
• Sal y pimienta.
• Opcional: picatostes y unas hojitas de perejil o menta para decorar.

Cómo hacer Sopa de tomate caliente casera

1. Comenzamos pelando la cebolla, el ajo y la zanahoria. Lo picamos todo en trozos muy pequeños. Lavamos el pimiento y lo partimos muy fino.
2. Echamos un chorrito de aceite de oliva en una olla y añadimos todas las verduras que acabamos de picar. Dejamos que se pochen a fuego lento durante unos minutos, añadiendo sal y pimienta al gusto más la cucharadita de azúcar. Hay que remover de vez en cuando con una cuchara de madera para que no se pegue. El azúcar va a eliminar la acidez propia del tomate, pero puedes modificar la cantidad sin problemas, incluso eliminarlo para que esta receta sea apta para diabéticos. 
3. Mientras se hacen las verduras, vamos a aprovechar para lavar los tomates, quitarles los rabitos y pelarlos, para que así nuestra sopa tenga una textura perfecta. Un método alternativo para pelar los tomates consiste en hacerles un corte en forma de cruz y meterlos en una olla con agua hirviendo durante un minuto. Una vez escaldados, dejamos que se enfríen y verás como la piel prácticamente se despega sola. Este truco es genial cuando tenemos que pelar un montón de tomates a la vez.
4. A continuación, cortamos los tomates en cuadrados pequeños. Cuando las verduras estén pochadas, los añadimos, removemos y dejamos cocinar un par de minutos más, para que pierdan su sabor a crudo. 
5. Echamos agua hasta cubrir los vegetales de la olla. Un litro suele ser suficiente, pero puede que tengas que añadir un poco más. Lo llevamos a ebullición y cocinamos durante 20 minutos más o menos a fuego medio. Transcurrido este tiempo la sopa habrá adquirido su característico color rojizo. 
6. Apagamos el fuego, dejamos que los ingredientes se atemperen un poco y lo trituramos con una batidora para conseguir una crema ligera y sin grumos. 

Ya está lista nuestra Sopa de tomate baja en calorías, que en muchos lugares es habitual acompañar de unos picatostes (pan frito). Solo queda servirla en platos individuales con una hojita de perejil por encima y sentarse a la mesa para dar buena cuenta de ella. ¡Buen provecho!

Propiedades de la sopa de tomate casera

No hay nada más sano que una sopa hecha en casa con ingredientes 100% naturales. Ten en cuenta que las sopas de sobre tienen una enorme cantidad de sal y otras sustancias que son perjudiciales para nuestra salud. Por lo tanto, si dispones de un poco de tiempo y quieres bajar de peso sin renunciar al sabor, este plato de cuchara está hecho especialmente para ti. 

Los tomates son muy beneficiosos para la salud y en México son conocidos como jitomates. Además de poseer propiedades diuréticas, antioxidantes y depurativas apenas tienen calorías y facilitan en gran medida la tarea de quemar grasas. Son una fuente natural de vitaminas y minerales, con un efecto saciante que evitará que tengas hambre entre las comidas. Puedes disfrutar esta sopa a cualquier hora del día y es perfecta como cena ligera acompañada de unas tostadas de pan integral y algo de fruta. 

Consejos para la receta caliente

Cuanto más maduros sean los tomates más intenso será el sabor de la receta, que puedes comer tal cual o usar como salsa para todo tipo de carnes y pescados. Esta es la base, pero no tengas miedo de añadir otros ingredientes para darle tu toque personal: rallando queso chédar por encima o introduciendo nuevas verduras, como corazones de alcachofas, ajos o calabacines.