Sardinas al Horno

El pescado azul está delicioso y lleno de nutrientes, por lo que es uno de los tesoros más codiciados del mar. Como muestra, en esta entrada te vamos a enseñar cómo se preparan unas Sardinas al horno, que además de ser muy saludables evitan que llenemos nuestra casa de malos olores.

Esta receta es una alternativa a la tradicional sardinas asadas en sartén o parrilla, que también están muy sabrosas pero es algo menos limpio que en horno.

¿Te animas? ¡Pues vamos a la cocina!

Ingredientes

• Un kilo de sardinas frescas (que serán más o menos una docena).
• Un kilo de patatas (opcional, pero para una comida es una buena guarnición).
• Un pellizco de sal normal.
• Un kilo de sal extragorda para pescados.

Si no tienes o no quieres comprar sal gorda para hacerlas a la sal, puedes hacer la misma receta sin cubrir de sal. La diferencia es que no cogerán tanto el gusto a la sal, que habrá olores de la sardina asada al horno y que quizás necesiten 5 minutos menos.

Tiempo de la receta

• 5 minutos de lavar y preparar ingredientes
• 20 minutos max. de cocer patatas.
• 20 minutos de hacer las sardinas all horno, a la vez que se cuecen  las patatas

Total: 25 minutos.

Cómo hacer Sardinas a la sal en Horno y con patatas

1. Comenzamos poniendo el horno a precalentar a una temperatura de 220 grados.
2. Mientras tanto, echamos agua y un pellizco de sal en una olla grande y la ponemos en el fuego.
3. Cuando comience a hervir añadimos las patatas enteras y con piel, que previamente hemos limpiado debajo del grifo para quitarle toda la tierra. Dependiendo del tipo de olla y el tamaño de las patatas estarán listas en unos 15 o 20 minutos (mientras podemos hacer las sardinas). Cuando quede poco tiempo, las pinchamos con un tenedor para comprobar si están tiernas o no. Las escurrimos y reservamos.
4. En una bandeja para horno esparcimos medio kilo de sal extragorda y cubrimos toda la superficie. Colocamos encima las sardinas y las tapamos con otro medio kilo de sal. Podemos añadir una rodajas de  limón por encima, para dar aroma y servir a modo de decoración luego.👉Nota: Esta técnica nos ayudará a evitar los malos olores, aunque ya avisamos que no los eliminan al 100%. Sin embargo, al final os mostraremos otro truco para acabar con ellos prácticamente por completo.
5. Cuando el horno alcance la temperatura adecuada introducimos la bandeja en la parte central y bajamos la temperatura a 200 grados. Cocinamos durante 10 minutos, les damos la vuelta y horneamos otros 10, para que así se hagan por igual. Hay que tener mucho cuidado en esta parte, ya que la piel se puede quedar pegada en la bandeja.
6. Sacamos las sardinas del horno, les quitamos la sal y las servimos bien calientes junto a las patatas cocidas cortadas en gajos. ¡Buen provecho!

Consejos para la receta y cocinar sardinas

Como ves, esta receta es súper sencilla de preparar y utiliza ingredientes muy económicos. En esta ocasión hemos usado unas patatas cocidas con su piel como guarnición, pero puedes usar una ensalada de lechuga y tomates o unos pimientos asados, como más te guste. Este pescado sabe mucho mejor si se cocina entero, sin quitarle las vísceras. A la hora de comerlas, esta parte se retira sin problemas, así que no tengas miedo. 

La temporada de sardinas abarca de mayo a octubre, por lo que durante estos meses podrás encontrarlas sin problemas en tu pescadería de confianza. En zonas costeras es tradicional servirlas a la parrilla o en espetos, pero esto haría que nuestra cocina se llenara de humo y olores. El horno es una alternativa perfecta para disfrutar del sabor de las sardinas sin todos estos inconvenientes.

¿El secreto del éxito? Como siempre, la materia prima, así que elige ejemplares que no tengan los ojos hundidos ni color amarillento. Tampoco deben desprender un aroma demasiado fuerte, ya que esto es un indicativo claro de que están pasadas. Las mejores sardinas son las que están frescas y brillantes, con su característico color plateado y a veces con sangre en las agallas. 

Teníamos pendiente un último truco para eliminar los malos olores. Si pese a la sal notas que tu cocina huele a pescado, lo mejor que puedes hacer es verter un vaso de agua sobre la bandeja vacía, añadir unos trozos de limón y volver a meterla en el horno. El calor residual hará que el agua se evapore y neutralice el aroma intenso de las sardinas asadas.